El sentimiento crónico de vacío y el trastorno de personalidad límite (cuarta parte)

Descripción del tema desarrollado en el post.

7/9/2023

La clasificación de los afectos es un tema de gran controversia; habitualmente se los divide en emociones y estados de ánimo. Las emociones son afectos de aparición súbita, transitorios, con factor desencadenante identificable, cuya duración va de minutos a horas; siendo el ataque de ira un buen ejemplo. Los estados de ánimo (mood en inglés) son afectos de instauración lenta que permanecen desde horas hasta años, no se acompañan de cambios neurovegetativos prominentes sino de modificaciones en los patrones de sueño y alimentación. El ejemplo clásico es la tristeza durante el duelo por la muerte de un ser querido.

Se ha criticado la anterior clasificación por ser limitada y dejar por fuera, por un lado, a las emociones intersubjetivas como la vergüenza, la envidia, los celos, el desprecio o la venganza, y, por otro, algunos estados afectivos de trasfondo como sentirse distante del mundo o en comunión con todo lo existente.

A esos estados de trasfondo, Ratcliffe les denominó sentimientos existenciales (1). Se parecen a los estados de ánimo, pero su alcance vivencial es mayor. Los sentimientos existenciales delinean el modo afectivo general en que el sujeto se encuentra en el mundo y en relación con los otros seres humanos. Aunque son difíciles de describir, es posible apreciarlos a través de algunas expresiones verbales. Por ejemplo, cuando las personas dicen sentirse: “distantes de los otros”, “en armonía con el universo”, “abrumadas por la vida”, “desconectadas de lo que pasa a su alrededor”, “en paz con los demás”, etc.

En el libro "The experience of emptiness" (2), Hazell destaca que la expresión "sentimiento de vacío" es difícil de capturar en un lenguaje técnico y quizás aparece con mayor claridad en obras literarias como “La náusea” de Sartre o “El Extranjero” de Camus, así como en las pinturas de Edward Hopper. Añade que el sentimiento de vacío puede ser experienciado en una variedad de formas; es vago, difuso y parece colarse en cada aspecto de la existencia, despojándola de sentido, propósito y esperanza. Esta caracterización de Hazell es compatible con un sentimiento existencial indicativo de la manera en que el sujeto está situado en el mundo.

Al reunir las distintas descripciones, se encuentra que en el ámbito de la psicopatología, cuando una persona menciona el sentimiento de vacío, es preciso diferenciar a cual de las siguientes variantes experienciales se refiere:

1. Sentimiento de vacío como ausencia de otros seres humanos, propio de la soledad involuntaria, el aislamiento y el duelo.

2. Sentimiento de vacío como una depresión en la que se destaca alguna combinación de apagamiento emocional, anhedonia, desesperanza, aburrimiento y disforia.

3. Sentimiento de vacío como un sentimiento existencial de futilidad, de estar atrapado en una rutina vacía y sin sentido, de navegar la vida mecánicamente, adormecido, desprovisto de propósito, poco conectado vitalmente con los demás y el mundo.

Si se tiene en cuenta las variantes anteriores, es claro que en la evaluación clínica no es suficiente con preguntar ¿tiene un sentimiento de vacío? o ¿se siente vacío por dentro? para establecer la presencia de este síntoma. Se requiere ir másallá de las palabras y determinar a qué experiencia subyacente aluden. Además, para orientar el diagnóstico debe explorarse la intensidad y frecuencia, pues es distinto experienciar el sentimiento de vacío durante pocos días en el contexto de un duelo reciente que vivir con el sentimiento existencial de vacío como rasgo de la personalidad.

Bibliografía.

1. Ratcliffe M. The Phenomenology of Existential Feeling. In: Fingerhut J, Marienberg S, Editors. Feelings of Being Alive. Berlin: De Gruyter; 2012. p. 23-54.

2. Hazell C. The experience of emptiness. Bloomington, USA: Clive Hazell Ed; 2003